La vida es difícil. Debes luchar, decidirte en lo que te depara. Escuchar las circunstancias que te rodean. Has de esforzarte en aceptar la aventura de tu vida. Así caminarás hacia lo desconocido, el mañana y descubrirás el sentido de la vida, con sus dolores, llamadas, preocupaciones, heroísmos…

Encontrarás a veces, falta de sentido en muchos hechos que ocurren o han ocurrido a lo largo de tu vida: situación de un enfermo terminal, de una muerte repentina,  el fracaso en la educación de muchos alumnos,  desánimos, desalientos, depresiones…
Cuando te lances descubrirás que existen asideros que te ayudarán a superarte.

“Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará” (Mc 8,35)
Jesús invita a sus seguidores a arriesgar la vida para ganarla por el ideal del Reino; a no dejarse engañar por atrayentes apariencias.
¿Qué te sugieren estas palabras de Jesús?
¿Qué eco encuentran en tu vida?
¿Has triunfado alguna vez en tu vida?
¿Cuál ha sido el precio de ese triunfo?

En unos momentos de reflexión mira en qué aspectos has desarrollado ya tu proyecto personal.
Tú, alumno, trabaja, esfuérzate: debes intentar conseguir la mejor forma de ser útil en tu carrera y en tu futuro trabajo.
Tú, adulto, sé responsable en tu campo laboral y en tus obligaciones familiares.
Tú, educador, realiza tu misión educativa respetando la libertad de cada alumno y alumna.
Tú, religioso, sé consecuente en tu vida con el compromiso, que un día hiciste público, de trabajar por el Reino.

 

Si has sido capaz de ejercitarte en estas prácticas, construirás horizontes de sentido mediante tu proyecto personal.
Éste hará que te desenvuelvas más equilibradamente ante las experiencias de fracaso, estrés, enfermedad, crisis personales que la realidad te presente.

En el Corán también encontramos referencias a la confianza en Dios .
LA CLARIDAD DE LA MAÑANA (sura 93)
En el Nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.

¡Por la luz de la mañana!
¡Por la noche cuando está en calma!
Que tu Señor no ha prescindido de ti, ni te desdeña.
La Última Vida será mejor para ti que la primera.
Tu Señor te dará y quedarás satisfecho.
¿Acaso, no te halló huérfano y te amparó?
¿Y no te halló perdido y te guió?
¿Y no te halló pobre y te enriqueció?
Por eso, no abuses del huérfano.
Ni ahuyentes al mendigo.
Y habla del favor que tu Señor te ha dado.

“Adoro en todo la voluntad de Dios para conmigo”.
Estas palabras las expresó san Juan Bautista de la Salle en su lecho de muerte. Son un compendio de la trayectoria de su vida. Manifiestan su profunda convicción de que todo cuanto le había sucedido había sido voluntad de Dios.
De tal manera estaba Dios en su vida que en las meditaciones para el tiempo de retiro llega a decir: “Que Dios, por su Providencia, es quien ha establecido las Escuelas Cristianas”.

 

Luis Royo, Pascual Gregorio, Manuel Carrasco y Félix Benedico.