Autor: Leonardo Boff

Editorial: Sal Terrae. Presencia teológica. Santander, 4º edición 2021. Original en portugués en 2005
197 páginas.
ISBN: 978-84-293-1735-0

Leonardo Boff escribe claro, de manera muy ordenada y haciendo teología, es decir, dialogando con la realidad de hoy. Hace un repaso a lo que encontramos en los Evangelios sobre José, la reflexión que aparece en los Evangelios, pasa después a lo que la tradición ha dicho. Si echáis un vistazo al índice podréis encontrar toda esta reflexión sistemática pero sencilla. Pero su mejor aportación es cómo ilumina la realidad de hoy a partir de la reflexión sobre el Padre que se personifica en San José. Esto puede sonar raro. De hecho, en la versión española han cambiado el título original portugués, que precisamente era personificación del Padre.

Aunque uno no haya leído o estudiado teología podrá seguir perfectamente la reflexión del autor. Aparece algún término como unión hipostática, pero no hay de qué preocuparse, es fácil. A partir del Dios Trinitario podemos comprender por qué San José es la personificación del Padre, porqué la importancia de la familia -la tradicional y las nuevas formas actuales-, la recuperación de los valores de la figura del padre, la importancia de la espiritualidad de la vida cotidiana, silenciosa y anónima que tanta gente sencilla practica. Podemos decir que la lectura del libro te da una perspectiva global y actualizada para no sólo comprender la figura de San José sino también para expresar cómo es el Dios cristiano.

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Índice:

Prólogo, por Paulo Coelho
El evangelio de José.
1. Genealogía de su hijo Jesús
2. La anunciación del nacimiento de su hijo Jesús
3. El nacimiento de su hijo Jesús
4. La huida a Egipto
5. La familia se va a vivir a Nazaret
6. La presentación de Jesús en el Templo
7. Jesús en el Templo a la edad de doce años
8. El hijo de José, el carpintero

I. Cómo hablar de San José hoy:
1. El rescate de la figura de san José
2. El objetivo de nuestra reflexión
3. San José nos ayuda a entender más a Dios
4. De la oscuridad a la luz plena

II. Aclarar malentendidos y estereotipos:
1. José, ¿un hombre sin mujer?
2. ¿Una familia de desiguales?
3. José, anciano y viudo?
4. ¿Había amor entre José y María?
5. ¿Tiene sentido un matrimonio entre María y José?

III. San José en la historia: artesano, padre, esposo y educador:
1. José, el artesano carpintero
2. José, esposo de María
3. José, padre de Jesús
4. Los hermanos y las hermanas de Jesús
5. José, varón justo
6. José el nazareno, el «severino»
7. José cuida de la familia en el exilio y en los cambios
8. José educa a Jesús y lo introduce en las tradiciones
9. Los sueños de José
10. El silencio de José

IV. EL San José de la fe: los evangelios:
1. La teología de la infancia de Jesús
a) La perspectiva de Mateo acerca de José
b) La perspectiva de Lucas sobre José
2. La teología de Lucas acerca de José
3. La teología de Mateo acerca de José
4. Elementos comunes a las dos teologías

V. El San José del imaginario: los apócrifos:
1. Los apócrifos: la imaginación de la fe.
2. Los apócrifos de san José
a) El proto-evangelio de Santiago
b) José en el evangelio del pseudo-Tomás
c) La historia de José el carpintero
d) Diálogos de Jesús, María y José
e) El evangelio árabe de la infancia de Jesús
f) El evangelio del pseudo-Mateo
g) El evangelio del nacimiento de María

VI. El San José de la razón: la reflexión teológica:
1. San José en la historia de las ideas teológicas.
2. San José en el culto de la Iglesia y en los documentos pontificios.

VII. El San José de Dios: el orden de la unión hipostática:
1. San José participa de la economía de la salvación
2. San José pertenece al orden hipostático
3. La pertenencia al orden hipostático, una idea pacífica
4. San José, la «sombra» del Padre
5. San José, la personificación del Padre

VIII. San José del Padre: la personalización:
1. Dios es Trinidad y se revela como es.
2. La personificación del Padre en José
3. Categorías bíblicas de la morada de Dios

IX. La Familia divina en la familia humana:
1. La Santísima Trinidad no es número, es comunión de diferentes
2. La Santísima Trinidad es la Familia divina.
3. La Familia divina se personifica
4. Una realidad dinámica y tensa en la familia humana

X. El Padre celeste en el padre terreno:
1. El ser, el hacer y el relacionarse del Padre
2. El Padre es Padre del Hijo antes de ser el Creador
3. José, padre terreno y connatural al Padre celeste
4. ¿Tenía san José conciencia de ser la personificación del Padre?

XI. La familia a la luz de la Sagrada Familia:
1. La familia: utopía y realidad
2. La familia y las transformaciones histórico-sociales
3. Desafíos de las nuevas formas de cohabitación
4. La Sagrada Familia y la familia moderna

XII. La figura del padre a la luz de San José:
1. El eclipse de la figura del padre
2. La sociedad de la Gran Madre y la crisis del padre
3. El principio antropológico del padre y los modelos históricos
4. San José, padre ejemplar

Conclusión:
Toda la Santísima Trinidad está entre nosotros:
1. Una visión completa y totalizante de Dios
2. La espiritualidad de lo cotidiano
3. San José, patrono de la «Iglesia doméstica»
4. La espiritualidad de la «gente buena»

Bibliografía

Citas que destaco:

«Toda la Trinidad asumió nuestra condición humana y mora entre nosotros. La Trinidad celeste del Padre, Hijo y Espíritu Santo se hizo Trinidad terrestre en José, Jesús y María.» (Pág. 31)

«Todos tenemos interioridad. En nuestro interior hay un universo de vida, de emociones, de sueños, de arquetipos y de visiones. De él nos vienen voces, mensajes que nos aconsejan, nos advierten, nos inspiran. Mezclada con esas voces nos viene también la voz de Dios, que nos llama a una vida más sincera, más transparente, más abierta y más devota. Y sólo escuchamos esa Voz y esas voces si guardamos silencio en nuestro interior. La vida interior es la vida del silencio elocuente y fecundo. En ese silencio maduran las buenas intenciones, se elaboran los sueños que dan sentido a nuestra esperanza y nacen las palabras transformadoras de la realidad.» (Pág.75)

«El José que vino de la oscuridad y vio la luz, el José que permaneció siempre en silencio para expresar mejor el Misterio sin nombre, sigue invitando a la Iglesia y a la teología a desarrollar esta visión unificadora. Ésta es apta para mostrar el ineludible amor y la infinita simpatía del Dios-Trinidad con la familia humana, y concretamente con Jesús, María y José. Ellos anticipan lo que será el destino de todos: la completa inserción en la vida y en la comunión trinitaria.» (Pág. 118)

«Decir que san José es la «sombra del Padre» significa que en él habita el Padre y que el Padre está presente de manera permanente y densa en él. Diríamos nosotros que el Padre se personaliza en san José. Pero esa presencia del Padre no se anuncia directamente. Se esconde en José. Lo que se ve es el padre José, pero lo que se oculta en él es el Padre celestial. Esta visión enriquece nuestra inteligencia de la autocomunicación de la Santísima Trinidad al mundo. No sólo el Hijo y el Espíritu Santo vinieron a nosotros; vino también el Padre.» (Pág. 128)

«Por eso la autocomunicación divina no se puede ver como autocomunicación exclusivamente de una Persona [el Hijo], sin implicar a las otras. Si así fuera, Dios no se autocomunicaría como es, como Familia divina. La relación original es entre familias, la Divina y la humana…
Si todo en el universo -nos dicen los físicos cuánticos y los cosmólogos contemporáneos-, si todo en la naturaleza -repiten los modernos biólogos y antropólogos-, es relación, porque todo tiene que ver con todo en todos los puntos, en todos los momentos y en todas las circunstancias, entonces todo es reflejo de la Santísima Trinidad, que es relación originaria y fuente de toda relación real y posible.» (Pág. 136)

«La Familia divina quiso salir de sí misma , dejar su inefable transcendencia y misteriosidad, invitar a otra familia para comunicar y participar su inenarrable vida íntima. Se dio entonces totalmente a una familia humana.
Esta familia es la humilde familia de Nazaret, la de José, María y Jesús. Esta familia humana fue asumida por la Familia divina y pasó a pertenecer a ella. Este acontecimiento de infinita dulzura divina y humana tuvo lugar hace más de dos mil años, lejos de las atenciones de los grandes de este mundo, en un rincón escondido, en una familia que vivía del trabajo en condiciones sencillas y pobres, pero llena de piedad y unción, en la familia de Jesús, María y José. Esta familia representa a todas las familias humanas de todos los tiempos y todas las culturas. Todas ellas, bajo nombres e interpretaciones diferentes, participan de esa misma personalización.» (Pág. 146)

«No se trata aquí de comparar modelos de padre, el de san José y el contemporáneo. Son tan distantes que prácticamente no hay puntos de contacto. Pero lo que nos interesa y asume una función arquetípica para los padres contemporáneos son las actitudes, los valores y las virtudes vividas por san José. Éstas son humanas y pueden inspirarnos. Revelan un padre en la plenitud de su paternidad. Lo revelan no con palabras, pues nada nos dijo, sino con sus ejemplos, que hablan más alto y más claro que cualquier palabra.» (Pág. 178)

«Posiblemente, san José no entendía nada de teología, de los escribas y fariseos de su tiempo, ni de las Iglesias de hoy, y mucho menos de la nuestra, que tratamos de elaborar en este libro. No importa. Para José, más importante que saberse la personificación del Padre era vivir con radicalidad, sinceridad y humildad las virtudes del padre, del esposo, del educador y del trabajador. En ellas y por ellas aparecía, bajo frágiles indicios, el mismísimo Padre celestial.» (Pág. 186)