Tú
Extiendes tus brazos,
bajas los ojos,
descansas tu amor.
Abrazas la muerte y la herida,
la calma que crece,
cuando una vuelve a casa.
Aún cuando no llegamos,
extiendes tus brazos.
Sobre espaldas dobladas
descansas tus manos.
Abrazas la muerte, la herida;
la calma crece,
cuando una vuelve a casa.
Y muestras tu rostro,
abrigo del alma.
(07/09/21)
Buscan la sombra en el asfixiante
sol de la vida esas criaturas que,
extenuadas, avanzan en solitario.
Anhelan el frescor que dan las ramas cobijando la piel reseca, la boca torpe,
su alma, silenciada por los caminos.
Saben de las fuentes profundas pues,
en sus propias carnes está tatuado
el amor, incondicional y libre.
Y hallan que, ni la sombra les ciega
ni el frescor les atrapa. Sólo descansan,
del desierto sin alma, sin roca, sin agua,
Que la sombra abraza cuando alarga
sus ramas, pues el amor que, verdea esa
sombra alargada, bebe del agua profunda
Del Amor que no cansa.
21/06/2021 -07/07/2021 – Dedicado a mi acompañante.
» Hay una voz que no dice palabras,
Sara Carling
escucha».
Eso vivo,
eso ocurre,
que la voz del yo,
se calló.
Hay una voz que escucha.
La voz del yo, cayó.
Ando desnuda de palabras
y errante de afectos.
Callada de deseos,
abierta a encuentros,
que sin embargo
quedan, por mí misma,
inciertos.
Escucha desnuda,
Locura desnuda,
desnuda aventura
desnuda desnuda.
16/08/21
«Él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba».
Lc 4, 40b
Cruzas este desierto de mi cuerpo,
y tocas con tus manos sin reparo,
disuelves el espacio intercalado,
devuelves a vergel el suelo yermo.
Te bastan tus dos manos amorosas,
de carne, sí, y de entraña habitada,
con tacto y presencia en tu mirada
tornando nuestras noches en hermosas.
Dejándome el anhelo del encuentro,
quedándome al abrigo de mi nada;
cadencia del contacto de tu centro.
Abierta cual amante enamorada
rendida aquí mismo, aquí dentro
Oh fuego, amor, fuente derramada.
30/1/22- 13/2/22