Dios me ha creado para ser feliz:
Para un cristiano el mensaje y vida de Jesús son el fundamento y el modelo de felicidad que busca.
Si Dios nos ha creado a cada uno porque nos ama desde el principio, nosotros a través de su PALABRA le llevamos y amamos desde nuestro corazón.
La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre (Salmo 23)
“Señor me envuelves por detrás y por delante, y tus manos me protegen” (Salmo 139)
En ocasiones estamos desorientados.
Nuestro corazón no siempre está feliz. La felicidad es como una vasija de barro que se puede romper y que he de cuidar.
Mi egoísmo me hace vulnerable para llevar a la práctica el mandamiento del amor:
“Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Marcos 12: 31
“Amarás a Dios sobre todas las cosas”
La Palabra de Dios inspira y mueve los corazones.
La Palabra de Dios nos descubre que la felicidad está en el servicio al más necesitado:
En aquel tiempo se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
“Maestro,: “¿Quién es mi prójimo?”.
Jesús dijo: “Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.Pero un samaritano que iba de viaje llegó donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó.
Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta”. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?”.
Él contestó: “El que practicó la misericordia con él”.
Díjole Jesús: “Anda, haz tú lo mismo”.
Lucas (10, 25-37)
Mi reflexión
¿Qué hago por los demás?
¿De quién puedo ser samaritano?
¿Qué tanto por ciento de mi tiempo libre lo dedico a los demás?
Otras cosas que puedes hacer:
Leer la Biblia diariament. Deja que la biblia se abra por la página que ella quiera. Conoce más sistemáticamente los textos bíblicos.
Posibles prácticas de contemplación guiada.
– Sólo Dios es mi roca, mi salvación y mi fuerza (Salmo 62)
– En ti , Señor, pongo mi esperanza , tú me responderás, Señor y Dios mío. (Salmo 37)
-Allí donde está tu tesoro también está tu corazón.
– Poned la otra mejilla. Lucas 6: 27 – 29
– «Dejaz que los niños vengan a mi, y no se los impidan, por que el reino de dios es de quienes son como ellos.” Mateo 19:14
– “Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el ultimo de todos, y servirlos a todos.” Marcos 9: 35
– “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Marcos 12: 31
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
1- Tiene interioridad:
1.1 Auto-conocerse en términos de
pensamientos,, sentimientos, responsabilidades y experiencias.
1.2 Explorar la interioridad: Relajación, silencio, meditación….
2-Construye sistemas de valores y creencias.
2.1 Identifica las creencias y el significado de los grandes relatos bíblicos
2.2 Valora críticamente la diversidad de respuestas religiosas y espirituales.
2.3 Desarrolla valores y creencias personales coherentes (espiritualidad propia)
3. Se vincula afectivamente:
3.1 Utiliza los sentimientos y conocimientos bíblicos como motor de crecimiento personal .
3.2 Es capaz de compasión se siente herido y estimulado por la injusticia y el mal.
3.3 Desarrolla un sentido grupal, comunitario y de pertenencia.
3.4 Se compromete con la realidad del mundo en que vivimos (compromiso ético)
Haz tuya esta casa mía y enciende tu lámpara. Llénala con tu luz: adquirirán valor hasta los dolores. Rabindranath Tagore.
“Viva Jesús en nuestros corazones” es la síntesis del misterio de la Encarnación en los escritos de San Juan Bautista de La Salle.
La espiritualidad lasaliana “ Viva Jesús en nuestros corazones, por siempre” es una espiritualidad de Encarnación que unifica el cuerpo y el alma, lo profano y lo sagrado; la escuela y la oración; la liberación y la contemplación; la promoción y la evangelización.
La Salle nos dice : «Los que , como vosotros, se consagran a instruir a los pobres no deben tener más patrimonio , en latierra, que el del Hijo del Hombre.
Así, pues, no solamente debe despojarse usted de todos sus bienes, sino que debe renunciar también a su beneficio y vivir en el abandono general de todo lo que pudiera distraer su atención de la prosecución de la gloria de Dios” (CL6,56-29; CL6 57-43).
Cuando decimos ¡Por siempre!… es solo una frase dicha en voz alta, una idea racional, una costumbre institucional… ¿Dejamos verdaderamente que Jesús viva en nuestros corazones?
Hoy dia 1 de febrero, el evangelio del día trae una escena que «lleva demonios». El endemoniado de Gerasa vivía (es un decir) entre cadenas y entre los sepulcros. Y como endemoniado, «le llevaban los demonios».
Una expresión que hemos oído multitud de veces y que, acaso, la hemos pronunciado entre nosotros en alguna conversación: «me llevan los demonios que este…», «que te lleven los demonios…» O, esta otra, «demonios, ¿qué ha pasado?» sorprendidos de algo que no esperábamos.
Pero, pero… demonios en la Vida consagrada hay muchos y no es de extrañar que campen por su fueros en nuestros hogares y comunidades. Y aunque no haya cerca una piara de cerdos (¡dos mil, dice el evangelio, ricachones, pues los de aquel sitio) a donde puedan ir los demonios, acaso se metan entre los entresijos de nuestras vidas para marearnos y hacernos menos felices. Pues demonios en nuestras vidas, ¡haberlos, hailos!, como diría el castizo gallego. Que, ¿cuáles? señalo tres:
* El demonio de la indiferencia. Sí ese que suele decir «a mi, que no me compliquen la vida» porque vivo demasiado tranquilo haciendo mis cosas (que está bien hacerlas, y bien), pero que está poco atento a las necesidades de los otros, perdida la mirada en ver un poco más allá de lo mío, pero que no me moleste mucho, porque si miro a fondo, acaso me enfango y me mancho con el sinsabor del hermano, con el desasosiego del hermano, con la desazón del hermano, con el miedo del hermano… que también existen personas así en nuestras comunidades de Hermanos y seglares.
* El demonio de la tranquilidad morbosa. Sí, esa que anuncia que «todo va bastante bien», pero que hace incapaces a las personas de coger un libro y detenerse a leerlo porque se hace «pesado», y que nunca da un repaso a los periódicos para pensar de manera diferente a como piensa él habitualmente, o que nunca asiste a ningún curso de formación (por poco que dure) porque ¡qué me van a enseñar a mi, que ya tengo callo y he aprendido bastante…! Demonios de saberse más listo que nadie y que, al final, desemboca en una falta de criterio porque nunca (es una exageración, vale) lo has contrastado con otros. Y de estos, abundar, abundan un poco en nuestras comunidades.
* El demonio de «vete a otro sitio», que le decían los gerasenos a Jesús, que nos molestas. Es un demonio sibilino, porque expulsa a Dios de nuestras vidas, lo hace extraño en nuestras casas y lo relega a lo «poco útil» en nuestros desafíos de vida. Y claro, aparece como un sinsentido la oración personal (porque no siento nada…o me aburro), aparece las desgana en intentar eso que decía Teresa «estar a solas con quien sabemos nos ama», largo tiempo, o… bueno, menos tiempo, pero…¡tiempo! dedicado solo a Él que da hondura a la vida. En el fondo no le mandamos a otros sitio, pero nos resulta más cómodo tenerle un poco lejos para que no moleste.
Bueno, vale, tres demonios que abundan.Pero seguro que hay muchos más. ¿por qué no tomas un teclado y te atreves a proponer algún otro que ves cerca de ti y que tiene nombre concreto? No importa que le llames de manera «rara» o «no habitual». Sólo, escribe sobre él y coméntanos un poco por dónde anidan esos demonios. Los de Gerasa, se fueron con los cerdos al mar. Los nuestros, ¿dónde podemos ahogarlos?