Es un vídeo (cortometraje de 12 minutos) o es, más bien, como se dice en la introducción del mismo: un moderno oratorio. Combina la voz narrada (en cursiva) con la canción. Está en inglés, pero el mensaje y la imagen valen la pena. Abajo les ofrezco la traducción al castellano.

La Biblia nos narra la experiencia del encuentro con Dios de muchas personas. Ese encuentro suele ocurrir en momentos de crisis, de ruptura, de desesperación. El vídeo que vamos a ver y escuchar se teje con las historias de Agar, Rut, David y María Magdalena. Dios se hace presente en los momentos de desierto, cuando la realidad te ha zarandeado, te ha puesto de rodillas… Él susurra tu nombre, está más cerca de lo que te atreves a creer.

He utilizado el vídeo en la oración de la comunidad. Puede orientarte la siguiente dinámica:

1.- Si los que van a visualizar el vídeo se defienden algo con el inglés, con apoyo de subtítulos, hacer un primer pase. Si no, proyectar o repartir una hoja con el texto en inglés y la traducción en paralelo. O alguien puede ir leyendo cada línea en castellano, sobre el audio, después de cada frase en inglés, como si fuera una traducción simultánea.
También puede proyectarse la versión subtitulada en castellano (ver más abajo).

2.- ¿Qué te dice el vídeo? bueno, esto puede ser muy racional. Mejor, ¿qué sentimientos ha generado en ti?

3.- En el vídeo, la actriz acaba mirando la cámara y diciendo: «Dios que ve… que te ve a ti». En este momento de tu vida… ¿Cuál es tu experiencia de Dios?

Hagar was a single mother.
She was abandoned by the family she belonged to,
and there in the wilderness with her son alone
with very little provision She was wondering,
She was questioning, does anyone care?

She’s crying in the desert,
She’s lost in her despair,
She thinks nobody loves her,
Hagar thinks nobody’s there… But God says:

I will be a ring of fire around her,
and I will be the glory in her midst,
and the power of my presence,
will bring her to her knees,
and I will lift her up again,
for I’m the God who sees,
I’m the God who sees.

Then He speaks in gentle whispers,
and He softly calls her name.
She feels His arms enfold her
as He holds her, and she’ll never be the same.
‘Cause I’m the God who never changes,
and My promises are true,
and when this world deserts you,
this is what I’ll do.

And there is another woman named Ruth,
She was from the land of Moab,
and she was met with grief and heartache,
She was a widow
and she lived with her mother-in-law,

who was also a widow,
and now it was time to move on,
but Ruth had never been to Bethlehem,
She had never tasted of the House of Bread.
But now she had heard an inner invitation
to come and taste and see.
And so she vowed herself to her mother-in-law,
and she said where you go I will go,
where you lie I will lie,
where you die I will die…
And she begins a journey to the Promised Land.

She’s traveling through the desert,
and she’s leaving her despair 
She’s hoping for a future,
praying God will lead her there…

And He says:
I will put a ring around you finger,
and I will bless a child within your womb,
and the Savior will be born through you
to free the world from sin,
and He’ll make all things new for you
and love you back to life again,
again

And then from Ruth who gave birth to a son: Obed,
who gave birth to a son, Jesse
who gave birth to a son, named David
Now the same, once shepherd boy
mighty warrior, anointed king is alone,
terrified in the darkness.

He’s hiding in the desert,
He’s battling despair,
David thinks his life is over,
it’s over…
And God, He doesn’t care…

But God says:
I will be the Rock of your salvation,
I’ll hold you up by the strength of My right hand
and the power of My Spirit will free you from all fear,
In the hour of your deepest need
You’ll find that I am near, I am here.

And I will be a ring of fire around you,
and I will be the glory in your midst,
and the power of My presence
will bring you to your knees
then I will lift you up again,
for I’m the God who sees.

And then from the line of David, finally, Jesus the Messiah
the Anointed One, Yeshua, the Christ,
born in the same House of Bread to be the Bread of Life,
in the town of Bethlehem, and He would grow,
and He would be called the Son of God,
He would be called Emmanuel, God With Us,
and He would heal, and He would reveal,
and then He had an encounter with a woman,
named Mary of Magdalen who was plagued by demons,
tormented by evil spirits,
and Jesus set her free,
and Mary followed Him, she listened at His feet,
she served Him, and she loved Him…
Oh, how she loved Him!
But then she watched as they nailed Him to the cross,
and as they placed His body in the tomb.
In that moment her hope died,
it died.

She’s crying in the garden
She’s broken in despair,
She’s searching for her Savior,
but His body isn’t there…

Then He says: Mary!

Glory, glory, glory, Hallelujah,
I will be the glory in Your midst,
and every knee will bow to Me,
And every tongue confess,
yes, all the world will worship Me,
In all My Holiness.

I will be a ring of fire around you,
and I will be the glory in your midst,
and the power of My presence,
will bring you to your knees and I will lift you up again,
For I’m the God who sees, who sees.
I’m the God who sees.
Oh I’m the God who sees, I see you.

I’m the God who sees you in your wilderness,
sees you in your brokenness.
When you’re feeling lonely, I’m the God who sees.
In the desert places,
in your empty spaces
I’m the God who sees.
I’m nearer than you dare believe,
Here in the very air you breathe.
I’m the God who sees… You.

Agar era madre soltera,
abandonada por su familia.  
Y allí, sola en el desierto con su hijo,
con muy pocas provisiones, ella se preguntaba…
Ella estaba preguntándose: ¿A alguien le importa?

Está llorando en el desierto,
está perdida en su desesperación.
Cree que nadie la ama.
Agar cree que nadie hay allí… Pero Dios dice:

Yo seré un anillo de fuego a su alrededor,
y seré la gloria en medio de ella,
y el poder de mi presencia
la pondrá de rodillas
y la levantaré de nuevo
porque soy el Dios que ve,
soy el Dios que ve.

Entonces, Él habla susurrando,
y suavemente la llama por su nombre
Ella se siente abrazada,
sostenida, y ella nunca volverá a ser la misma.
Porque soy el Dios que nunca cambia,
y mis promesas son verdad,
y cuando este mundo te abandone
esto es lo que yo haré.

Y hay otra mujer llamada Rut.
Ella era de la tierra de Moab,
y estaba sumida en la angustia y el dolor.
Era viuda
y vivía con su suegra,

que también era viuda.
Y ahora era el momento de salir,
pero Rut nunca había estado en Belén,
nunca había gustado la Casa del Pan.
Sin embargo, ahora había escuchado
una invitación interior para ir, ver y probar.
Y entonces se comprometió con su suegra
y le dijo: adonde tú vayas yo iré,
donde tú descanses yo descansaré,
donde tú mueras yo moriré.
Y emprendió un viaje a la Tierra prometida.

Ella viaja a través del desierto,
dejando atrás su desesperación,
esperando un futuro,
orando para que Dios la guíe allí…

Y Él dice:
Yo pondré un anillo alrededor de tu dedo,
bendeciré a un niño dentro de tu vientre,
y el Salvador nacerá de ti,
para liberar al mundo del pecado.
Él hará todas las cosas nuevas para ti,
y por su amor te hará volver a la vida otra vez,
sin fin.

Y entonces Ruth dio a luz a un hijo, Obed,
quien que dio a luz a un hijo, Jesé,
quien dio a luz a un hijo llamado David
El mismo que antes era pastorcillo,
es ahora poderoso guerrero, el rey ungido que está solo, aterrorizado en la oscuridad.

Él se esconde en el desierto,
está luchando contra la desesperación.
David cree que su vida llegó a su fin,
realmente se acabó.
Y a Dios, no le importa nada.

Pero Dios dice:
Yo seré la Roca de tu salvación,
te sostendré con la fuerza de mi diestra.
Y el poder de mi espíritu te liberará de todo miedo,
en la hora de tu necesidad más acuciante
te darás cuenta que estoy cerca, que estoy aquí.

Y seré un anillo de fuego a tu alrededor,
seré la gloria en medio de ti.
Y el poder de mi presencia
te pondrá de rodillas,
pero te levantaré de nuevo,
porque soy el Dios que ve.

Y luego del linaje de David, finalmente, Jesús el Mesías,
el Ungido, Yeshúa, el Cristo.
Nacido en la misma Casa del Pan para ser el Pan de Vida;
en la ciudad de Belén, y Él crecía,
y será llamado Hijo de Dios,
se llamará Emmanuel, Dios con nosotros,
Él sanará y Él se revelará…
Y entonces tuvo un encuentro con una mujer,
llamada María la Magdalena, plagada de demonios,
atormentada por espíritus malignos…
Jesús la liberó
y María le siguió y le escuchó a sus pies,
le servía y le amaba.
¡Oh, como le amaba!
Pero luego vio como lo clavaban en la cruz,
y cuando colocaron su cuerpo en la tumba.
En ese momento murió su esperanza…
su esperanza murió.

Ella está llorando en el jardín,
destrozada en su desesperación,
buscando a su Salvador
Pero su cuerpo no está ahí…

Entonces Él le dice: ¡“María”!

Gloria, gloria, gloria, aleluya.
Yo seré la gloria en medio de ti,
y toda rodilla se doblará ante mí,
y toda lengua confesará,
sí, todo el mundo me venerará,
en toda mi santidad.

Seré un anillo de fuego a tu alrededor,
seré la gloria en medio de ti,
y el poder de mi presencia
te pondrá de rodillas y te levantaré de nuevo,
porque yo soy el Dios que ve…que ve.
Yo soy el Dios que ve
Oh yo soy el Dios que ve… Te veo.

Yo soy el Dios que te ve en tu desierto,
te ve en tu quebrantamiento,
cuando te sientes solo, yo soy el Dios que ve.
En los recónditos desiertos,
en tus vacíos,
Yo soy el Dios que ve.
Estoy más cerca de lo que te atreves a creer.
Aquí en el mismo aire que respiras
Yo soy el Dios que ve… que te ve a ti.

Comprueba que activas los subtítulos en inglés en el vídeo de arriba, y los desactivas en el vídeo de abajo.