Soy Tonyi Coll Orfila y trabajo de orientadora en las etapas de ESO y Bachillerato en La Salle Maó (Menorca). Completo la jornada dando clases de Religión, Optativas y refuerzos.
1.- La vida es un descubrimiento infinito de posibilidades y renuncias y si no nos detenemos a revisarlas de vez en cuando, muchas de ellas pasan desapercibidas. Una de ellas os la contaré hoy.
Me llamo Tonyi como mi abuela paterna. Ella murió cuando yo tenía 11 años, pero recuerdo vivamente su espíritu creyente y devoto. Dentro del comedor de su casa, siempre tenía una lucecita encendida junto a una estampa religiosa, una foto del hijo adolescente fallecido y un crucifijo con pie. El comedor típico de casa interior del casco antiguo de mi ciudad, siempre oscuro… a mí me parecía un pequeño altar de iglesia. Me encantaba estar junto a ella, mientras rezaba el rosario y contemplarle el rostro sereno y feliz que le provocaba la oración.
Mi abuela Tònia me mostró un camino, que después de muchas idas y venidas y calles sin salida, hoy pienso, ha sido primordial en mi existencia.
Años después, siento que debido a esa primera experiencia personal, cursé la Diplomatura en Ciencias Religiosas en la Universidad de Comillas de Madrid, después de terminar la Licenciatura en Filosofía y Letras (Pedagogía) en la UIB.
2. Se me abren muchas ventanas, como si de un ordenador se tratara: La diplomatura en Ciencias Religiosas, las formaciones de profesores nuevos, el CELAS, el CEL, encuentros, celebraciones…pero a nivel profundo se me presenta de forma clara ante mí una imagen que me evoca el espíritu del Fundador, catalizador de muchos esfuerzos místicos, pero también activos, de acción con los más necesitados, de su época en un primer momento…y que ahora continúa con la complejidad social de la que todos formamos parte.
A nivel fáctico, de mi vida docente, destaco las vivencias, las dudas, incluso los debates que se plantean en las aulas. Con adolescentes, ciertos aspectos de la religión y la espiritualidad, resultan difíciles de transmitir y que no se vivan como algo impuesto o incluso pasado de moda. Por eso, intento plantear las clases de forma que les puedan aportar reflexión y posibilidad. No lo van a hacer ahora, pero tal vez con los años, lo revisarán y les ayudará.
3.- Experimento la espiritualidad de muchas formas:
- Saber que hay otro sitio.
- Uno no estar aquí, pero sí.
- El descubrimiento de un espacio y tiempo infinito y circular, conectado con el aquí y ahora por un hilo invisible inquebrantable.
- La capacidad de conexión con lo que vemos y lo que no.
- La certeza de confiar en las señales que otros no han visto ni verán nunca.
- El coraje de buscar.
- La seguridad de seguir haciendo camino.
- Esa sensibilidad hacia lo particular.
- Haber encontrado la opción fundamental entre los valores vividos en la escuela, en casa…y aplicarlos en las diferentes experiencias de vida que te vas encontrando.
Durante muchos años estuve lidiando con la espiritualidad para intentar callarla. Por ello, tal vez mi respuesta sea algo extraña…la tengo que controlar, más que alimentar. Con ello quiero decir que he aprendido a dosificarla, intercalando lecturas neutras o de entretenimiento, forzándome a no verlo todo con los ojos de la fe…conectando mis principios psicopedagógicos con los espirituales a través de autores que la han estudiado desde otros ámbitos como la psicología o filosofía.
Recientemente he tenido la suerte de realizar el CEL y esa experiencia ha supuesto un proceso de recolocar o poner puntos sobre las íes que me ha llenado de alegría y paz.
4.- No creo en los movimientos que surgen desde fuera. Creo en lo que crece desde dentro, lentamente, pero con apoyos seguros. Colaborar, el tú a tú, sugerir, acompañar, hablar bien de lo que te ha llenado a ti, o de lo que has vivido…posibilitar conversaciones de carácter espiritual o terapéutico…
Las palabras son magia para construir una realidad y hacerla presente, pero a veces no bastan o quedan cortas a la hora de expresar sentimientos o sensaciones. Sobre todo, cuando se experimentan y por eso es fundamental acompañar el proceso y encontrarse a ciertas personas que los posibiliten.
5.- Deseo continuar aprendiendo, colaborando, escuchando, reflexionando, aportando y acompañando, pero sobre todo, teniendo dudas e inquietudes; ya que me siento elegida, bendecida y enviada, incluso con mis idas y venidas en medio de laberintos emocionales…Y espero poder hacerlo en mi entorno lasaliano, familiar y personal.
Verano de 2024