Autor: Ramón María Nogués

Título: Dioses, creencias y neuronas. Una aproximación científica a la religión.

Editorial: Fragmenta.

Páginas: 317

Año: 2011

Comentario:

Me interesa el diálogo fe-ciencia. Y el autor explica de manera clara y sencilla cómo la cultura científica y, en este caso, el estudio cerebral, nos aproxima cada vez más a las cuestiones últimas. Pero, eso sí, conlleva hacer evolucionar las religiones.
La religión no es una cosa de la esfera privada, pero no puede fundamentarse en estructuras mentales precientíficas y alejadas de las cosmovisiones actuales. Excelente el capítulo ‘¿Espirituales o religiosos?’.
Ramón Mª Nogués pone el dedo en la llaga de la crisis religiosa actual. No creo que les guste a los que esperan la vuelta del pasado glorioso. Aunque por honestidad intelectual, por adultez, creo que tendrían que valorarlo tanto agnósticos como tridentinos.
Nos hacen falta intelectuales, como el autor, que hablen de lo religioso con la mentalidad de hoy… libremente y con humildad.

El índice:

Panorama conceptual de la transcendencia.
Un cerebro para vivir.
Cerebro y transcendencia.
Una mente polifacética.
Trancendencia: del cuarto oscuro a la plaza pública.
Religión e interpretación: la trampa del lenguaje.
Valor evolutivo de las creencias
Neurorreligión.
El desafío del pluralismo religioso.
¿Espirituales o religiosos?
Sexo, género y religión.
Organización para servir o estructura de poder.
Epílogo: catástrofes y reelaboración de la religión.

Textos que destaco:

– «Es mas bien juicioso considerar que, aunque debemos estar entre los animales que han pensando y mejor, nada permite afirmar que lo podamos pensar todo. Pensamos lo que podemos teniendo en cuenta nuestro estadio evolutivo, que es una etapa en un larguísimo camino evolutivo (…) Nos toca proporcionadamente agnóstico, tanto con respecto a las cuestiones próximas (ciencias experimentales, ciencias humanas) como con respecto a las cuestiones últimas (teología)» (Pág. 33)

– «El duro aprendizaje que representa  pasar del uso del poder, la amenaza, el miedo y la culpabilidad, al ámbito de la incitación, el convencimiento y el testimonio es un reto central de las instituciones religiosas.» (Pág 111).

– «La espiritualidad enfoca directamente mi campo mental; la religión, bien planteada, plantea toda la realidad. Por eso digo que la atención a la espiritualidad como sustitutivo de la religión puede significar la renuncia a llegar -hasta donde se pueda- a reflexionar sobre toda la realidad.» (Pág. 227)

– «Actualmente asistimos a una catástrofe del planteamiento religioso (…) Las catástrofes no son necesariamente malas, pero son muy duras.» (Pág. 287)