Cambio de rumbo en la religión. Dios no esalgo exterior,un ser que nos visita desde el cielo, un extraño, un extraterrestre. El Dios de Jesús nos habita. Ya estamos en él. Mejor dicho, él está en nosotros.
En religión de 4º de la ESO nos asomamos al personaje del cardenal Newman. La identidad de la existencia humana se juega en la conciencia. La identidad cristiana en vivir habitados por lo divino, al estilo de Jesús, claro.
Consecuencias:
– Implica cierta experiencia sentida.
– Lo religioso no es principalmente lo exterior: actos, ritos, dogmas, hábitos…
– «El corazón  habla al corazón» (Newman). El amor mueve. Dios es amor. En la medida que amamos participamos de la esencia de Dios. Amando Dios nos habita.

Jn 14, 15-21

Si me amáis, guardad mis mandamientos; y yo pediré al Padre que os envíe otro Valedor que esté siempre con vosotros: el Espíritu de la verdad, que el mundo no puede recibir, puesto que no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, pues permanece con vosotros y está en vosotros.
No os dejo huérfanos, volveré a visitaros. Dentro de poco el mundo ya no me verá; vosotros, en cambio, me veréis, porque yo vivo y vosotros viviréis.
Aquel día comprenderéis que yo estoy en el Padre y vosotros en mí y yo en vosotros.
Quien conserva y guarda mis mandamientos, ése sí que me ama. A quien me ama lo amará mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.

El cristianismo aún tiene que evolucionar mucho. Porque Cristo sigue siendo el polo de atracción. Porque Cristo sigue vivo. Porque el Espíritu nos ha sido regalado. El cristianismo se moverá porque la conciencia humana es el motor.

Por eso es tan importante rezar, porque tomamos conciencia del que nos habita, del que nos ama, del que pone esa capacidad en nuestro corazón.
Para algunas personas este enfoquie es desconcertante. No sigue la «tradición». No deja claro lo que hay que hacer. No da seguridades. Les parece «protestante» eso de personalizar la fe. Es lo que tiene el estar divididos los cristianos y habernos radicalizado en posturas contrarias.

Para otros todo esto es un montaje, un magnífico engaño… a Dios no se le puede experimentar, sentir. En todo caso es una proyección de nuestros deseos, de nuestra conciencia.

Piensa lo que quieras. Pero te dejo abierta la puerta de un Dios que es más grande que nuestras cabezas, que nuestras razones… más grande.
Dios no es un extraño, a pesar de que lo parezca, aunque permanezca callado… o tal vez es que lo tenemos tan dentro, tan cerca, que no lo vemos. Y nos faltan unos cuandos eones de evolución para que pase de intuición a serena evidencia.