Desde hace ya tiempo que me he ido encontrando frases y citas, sobre todo en internet, de un tal Maestro Eckhart. Los textos de este autor me atrajeron… y me quedé sorprendido cuando descubrí que había vivido entre 1260 y 1328. Era extraño que esas citas sonaran tan actuales. ¿Serían textos retocados para que impactaran al lector actual?
Durante un tiempo recopilé algunas imágenes con las frases que más me hacían vibrar… pero hace unos días decidí buscar algunas de sus obras en castellano para leer directamente y comprobar si esas frases eran así de auténticas o estaban retocadas o adaptadas.
Encontré en internet una recopilación de Tratados y sermones (que aquí puedes descargar) son 372 páginas, y un libro de la editorial Siruela:
Maestro Eckhart, “El fruto de la nada y otros escritos”. Edición de Amador Vega Esquerra. Colección el árbol del paraíso. Siruela, 6ª edición, Madrid 2008, 232 páginas.
Por supuesto, la cosmovisión, la filosofía de base y la teología que el Maestro Eckhart utiliza son las de hace más de setecientos años, pero es verdad que en la experiencia espiritual que transmite en sus sermones en lengua vulgar (alemán, en vez de latín) tiene algo de muy actual porque:
– hablan de la experiencia espiritual directa, personal, sin depender tanto de modos, jerarquías, sacramentos, mediadores clericales…
– invitan a relativizar los discursos y las maneras de pensar y expresar a Dios, lo que se llama teología apofática (teología que se centra en decir qué no es Dios)
– invitan a la meditación, al silencio, a la interioridad, a la unión con Dios…
– conectan con la espiritualidad de otras religiones y creencias: budismo zen, sufismo islámico, hinduismo…
– algunos autores actuales cercanos a la New Age citan mucho sus textos. Por ejemplo: Eckhart Tolle (no confundir con el Maestro Eckhart)
El Maestro Eckhart fue profesor de la facultad de teología de la Universidad París, religioso dominico, murió condenado por la Inquisición, y fue rehabilitado en 1992. En el enlace de wikipedia tenemos más información.
Os invito, a continuación, a una selección brevemente introducida de los textos que me han parecido más significativos para la espiritualidad actual, haciendo a su vez, alguna relación a nuestros principios espirituales lasalianos. Quizás también el San Juan Bautista De La Salle, que más de 300 años después también pasó por la Universidad de París leyera algunos de los sermones del místico renano.
Comencemos con…
¿Qué tiene que ver la espiritualidad con el vino?
Lo que pasa es que para bajar a la bodega y catar el vino es necesario “desnudarse”…
El auténtico lenguaje espiritual es paradójico, no racional, no lineal… seguro que os viene a la mente el “vivo sin vivir en mí”…
Para el Maestro Eckhart esto de la desnudez espiritual tiene mucha importancia:
Esto del “templo vacío” puede asustar a quienes centran lo espiritual en lo clerical. Y también debe asustar a los que buscan en el bienestar y la comodidad el sentido de su vida.
También Juan Bautista De La Salle en la Explicación de Método de Oración dice: «Así hay que nacer a la vida espiritual: despojado y desnudo de todo».
En este desprenderse, como actitud espiritual primordial, hay que poner en paréntesis nuestros propios conceptos e imágenes de Dios.
El Maestro Eckhart explica largamente cómo la “pobreza espiritual” es la base de toda experiencia espiritual:
Despojarse de uno mismo, del propio ego, no es fácil ni tan sencillo como parece…
Quizás debamos revisar muy seriamente cómo buscamos a Dios, ¡estamos tan tentados de domesticarlo!
Hacer buenas acciones está bien, pero no está bien si no es desde el desprendimiento, desde el desapego:
¿Cómo miras a Dios? ¿Cómo a una vaca?
¿Cómo es la auténtica oración?
¿Obediencia? Quizá esta palabra no guste mucho hoy, pero es parte de la experiencia espiritual. El sometimiento a Dios está en la definición del islam.
Pero es que Dios también se desnuda, se despoja, se hace pobre, se vuelca en el corazón de cada criatura, se hace uno contigo.
Convertirse, entonces, en “embajadores de Dios”, “ministros de Jesucristo” no puede ser sino desde la humildad, desde la pequeñez.
El desapego, la humildad, hace que Dios habite en mí.
En todos los místicos aparece la experiencia de no-dualidad, de unión espiritual…
El desprendimiento me lanza a buscar a Dios, no a poseerlo. Desprenderme de Dios me conecta a Él.
La espiritualidad no se practica principalmente en los lugares sagrados, porque todo es sagrado… Aquí me recuerda las palabras del Fundador: «No hagáis diferencia entre los deberes propios de vuestros estado y el negocio de vuestra salvación…»
Juan Bautista De La Salle dijo “no mirar nada sino con los ojos de la fe, a no hacer nada sino con la mira en Dios” (RC 2, 2). En la espiritualidad del Maestro Eckhart leemos:
Se trata de mirar al modo de Dios, para que nuestra mirada sea la mirada de Dios mismo.
Esta mirada de fe nos permite encontrar luz en las dificultades de la vida, del trabajo cotidiano, de las relaciones…
La mirada de fe, como en el Fundador, nos hace estar atentos a descubrir la presencia de Dios en la realidad…
Por eso la persona espiritual no es la que ha alcanzado la perfección, sino la que acoge al Dios que no deja de nacer en ti mismo…
De ahí que la persona espiritual está más preparada para realizar su misión, porque a través de su trabajo engendra a Dios también para los demás.
Decir “Viva Jesús en nuestros corazones” tiene en estos textos una resonancia especial…
Y, si en el fondo se tratara de “caminar como los niños”…
Encontramos también entre los escritos del Maestro Eckhart el siguiente poema:
Y como en los grandes místicos, el servicio a los necesitados está por encima de todo…
Y con la última cita que os ofrezco retomamos la paradoja… lo importante no es saber de espiritualidad…
«Más valdría un maestro de vida que mil maestros de lectura.»