«Bajó Pedro de la barca y comenzó a andar sobre el agua en dirección a Jesús,
pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo;
y comenzando a hundirse, gritó:
–¡Sálvame, Señor!»  
(Mt 14, 29)

«Finalmente se acercó el que había recibido un talento y dijo: Señor, supe que eres hombre duro, que cosechas donde no siembras y recoges donde no plantas; tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra.»
(Mt 25, 24)

«¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca es vuestra fe! 
(Mt 8, 26)


Puestos en tu presencia,
y en un ataque de sinceridad
nos disponemos a confesar nuestros miedos.

Los desgranaremos uno a uno,
en comunidad,
porque así, Señor,
nos resulta, como comprenderás,
más fácil reconocerlos.

  • Yo tengo miedo…
    a perder mis seguridades,
    mis pequeños placeres,
    y me pongo nervioso cuando
    el cambio llega a mi vida.
    Pero Tú me dices
    que soy tu hijo, que me fíe de Ti.
  • Yo tengo miedo…
    a lo que los demás piensan de mí,
    a ser juzgado negativamente,
    tengo miedo a fracasar,
    tengo miedo al compromiso.
    Pero Tú me dices,
    que soy tu hijo,
    que me abandone a Ti.
  • A mí, me da miedo…
    el dolor, la enfermedad,
    las heridas emocionales…
    Pero Tú me dices,
    que soy tu hijo,
    y que te entregue mis desasosiegos.
  • Me da miedo mostrarme vulnerable,
    aceptar mi pasado,
    hablar de mis debilidades.
    Me imagino enemigos,
    y salgo huyendo cuando
    debería afrontar los retos.
    Pero Tú me dices,
    que soy tu hijo,
    y que a través de mis flaquezas
    me haces compasivo con los demás.
  • Tengo miedo de mis desencantos,
    de mis manías y fijaciones.
    Tengo miedo de que la tristeza me atrape.
    Y busco pequeñas compensaciones
    que alivien mi inquietud.
    Pero Tú me dices,
    que soy tu hijo,
    que permites las sombras,
    que curas en las heridas.
  • Yo tengo miedo de no dar la talla,
    de defraudar a los que me rodean,
    y me encierro en mi zona de confort,
    me apodero de tus dones.
    Pero Tú me dices,
    que soy tu hijo,
    que me quieres como soy,
    que me abra a tu gracia.

Y dice Dios:
Desde el vientre de tu madre te he llamado.
Te abrazo cada día.
Tu sangre fluye por mis venas.
Divido el mar para que pases.
Te llevo tatuado en la palma de mi mano…
Pero sólo puedo hacerlo
si te fías de mí,
si renuncias a creerte autosuficiente,
si tienes corazón pobre,
si aceptas ser mi hijo,
si me das tu tiempo,
si escuchas mi voz dentro de ti.

Ya no somos esclavos del miedo.
Nos rescataste.
Nos llevas a la tierra prometida.
Nos liberas de la prisión del ego,
para hacernos hijos tuyos.
No por nuestros méritos,
sino por tu amor.


«Os dejo la paz.
Mi paz os doy, pero no como la dan los que son del mundo.
No os angustiéis ni tengáis miedo».
(Jn 14, 27)

«Tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios;
y por ser su hijo, es voluntad de Dios que seas también su heredero.»
(Gal 4, 7)

Existe una traducción al italiano del salmo.


En el siguiente vídeo hay una canción en inglés muy interesante que conecta con el salmo y que he utilizado en la oración comunitaria. Más abajo tienes la letra de la canción en inglés y español.

I’m not loger a slave of fear (Ya no soy esclavo del miedo).

I’m no longer a slave to fear
I am a child of God.
I’m no longer a slave to fear
I am a child of God.

You unravel me, with a melody
You surround me with a song
Of deliverance, from my enemies
Till all my fears are gone

I’m no longer a slave to fear
I am a child of God
I’m no longer a slave to fear
I am a child of God

From my mother’s womb
You have chosen me
You has called my name
I’ve been born again, into a family
Your blood flows through my veins.

I’m no longer a slave to fear
I am a child of God.
I’m no longer a slave to fear
I am a child of God.
I’m no longer a slave to fear
I am a child of God.
I’m no longer a slave to fear
I am a child of God.

I am surrounded
by the arms of the father
I am surrounded
by songs of deliverance.
We’ve been liberated
from our bondage
We’re the sons and the daughters
Let us sing our freedom

You split the sea
So I could walk right through it
My fears were drowned in perfect love
You rescued me
And I will stand and sing
I am the child of God

You split the sea
So I could walk right through it
You drowned my fears in perfect love
You rescued me
And I will stand and sing
I am a child of God
I am a Child of God
I am a Child of God
I am a Child of God
I am a Child of God
I am a Child of God

I’m no longer a slave to fear
I am a child of God
I’m no longer a slave to fear
I am a child of God
Ya no soy un esclavo del miedo,
soy un hijo de Dios.
Ya no soy un esclavo del miedo
soy un hijo de Dios.

Me desenredas, con una melodía,
me rodeas con una canción
de liberación, de mis enemigos,
hasta que todos mis miedos se hayan ido.

Ya no soy un esclavo del miedo
soy un hijo de Dios.
Ya no soy un esclavo del miedo
soy un hijo de Dios.

Desde el vientre de mi madre
me elegiste.
Me has llamado por mi nombre
he nacido de nuevo, en una familia,
tu sangre fluye por mis venas.

Ya no soy un esclavo del miedo
Soy un hijo de Dios.
Ya no soy un esclavo del miedo
Soy un hijo de Dios.
Ya no soy un esclavo del miedo
Soy un hijo de Dios.
Ya no soy un esclavo del miedo
Soy un hijo de Dios.

Estoy rodeado
por los brazos del Padre
Estoy rodeado
por canciones de liberación.
Hemos sido liberados
de nuestra esclavitud
Somos los hijos y las hijas.
Cantemos nuestra libertad.

Divides el mar
Para que pueda atravesarlo…
Mis temores se ahogaron en el amor perfecto
Me rescataste
Y me levantaré y cantaré
Soy el hijo de Dios.

Divides el mar
Para que pueda atravesarlo…
Ahogaste mis miedos en un amor perfecto
Me rescataste
Y me levantaré y cantaré
Soy un hijo de Dios
Soy un hijo de Dios
Soy un hijo de Dios
Soy un hijo de Dios
Soy un hijo de Dios
Soy un hijo de Dios.

Ya no soy un esclavo del miedo
Soy un hijo de Dios
Ya no soy un esclavo del miedo
Soy un hijo de Dios.