«Dios quiere que sean instruidas todas las personas, porque sus mentes sean iluminadas con las luces de la fe.
…Pues estos niños, que son sencillos, y la mayoría están faltos de educación, necesitan que quienes los ayudan a salvarse, lo hagan de forma tan sencilla, que todas las palabras que les digan sean claras y fáciles de comprender».
Juan Bautista de La Salle, Meditación 193, y 193,3,2.