La espiritualidad empieza en tu mirada.
¿Cómo miras? ¿Qué miras? ¿Te fías de tu mirada? ¿De quién te fías? ¿En quién y en qué crees?

Hoy en día, ¿podemos fiarnos de alguien? …
Cierta mañana en la reflexión, hablando sobre la amistad, llegábamos a la conclusión de que no hay que pensar mal de los demás. Alex un alumno, intervino diciendo que “hoy no te puedes fiar de nadie”.
¿Será verdad esto?, dijo el profesor.

¿De ti tampoco?
¿Ni de mí?…
La persona es un ser necesitado de algo y de alguien.
Algo: Hogar, alimento…
Alguien: Amor, verdad…

Luz. La actitud esencial es la fe. Es fiarse.

“El justo vive por la fe” (Rm 1,17)
Justo es sinónimo de buena persona. A ti me dirijo como persona buena.
Sólo desde tu bondad podrás entender que creemos en ti los que encontramos seguridad en tus palabras, respaldadas por tus buenas acciones. Es más, contagiados de tu bondad, nos mejoras en nuestro entender y en nuestro actuar.

¿Quién te encantaría que creyera en ti?
No te cortes y escribe sus nombres.

¿Tú cómo miras? ¿Necesitas lupa o tienes que subir a una atalaya?

Contempla

Mira el siguiente vídeo “Del micro al macro”:

1º Procura verlo simplemente contemplando las cifras.
2º Intenta admirar al autor que ha sido capaz de precisar todas las cifras.
3º Piensa cómo ha sido capaz de originarse estas realidades.
4º ¿Podrías descubrir quién ha sido capaz de iniciar todo esto?
5º ¿Quién pudo darle la inteligencia para lleva a cabo esta maravilla?

Pregúntate por tu propia vida.
¿Cuál es la profundad de tu campo de visión?
¿Qué ves más  allá de las experiencias cotidianas?

– Practica y explora sentimientos de admiración, corresponsabilidad y cuidado de la naturaleza y el mundo en que vivimos.

Descúbrete, conmuévete delante del misterio de la realidad. ¿Qué te hace vibrar? ¿Qué te llena de admiración y asombro?

Lee tu vida cotidiana, mírala con ojos de fe. Descubre el sentido que la estructura.

Desde otras religiones también nos acercamos a la mirada de fe:

“Religión sin filosofía es sentimentalismo y filosofía sin religión es especulación”. (Srila Prebhupada- Hare Krisna)

“Se otorga poca fe a los que tienen poca fe” (Lao Tse)

“En la fe no hay espacio para la desesperación” (Mahatma Gandhi)

La vida de Juan Bautista de La Salle aparece jalonada de dificultades, pero deseamos resaltar el hecho de cuando se sintió él mismo obstáculo a la obra en que Dios le había lanzado.

Los Hermanos le muestran su disgusto por los problemas que les estaba acechando, culpándole a él de ello y así se lo hacen saber.

La Salle encuentra su refugio en lo que él siempre enseñó a sus Hermanos:

… el Espíritu de Fe.

Pasó tres días en Parmenia en oración y contacto con Dios, buscando interpretar la voluntad divina para con él. Sor Luisa fue el instrumento por el cual Dios se sirvió para relanzarle nuevamente a continuar en la obra iniciada.

Amado Gracia Ibáñez,  Francisco Moragriega Alcalá y Vicente Sanjenaro Roch.