Título completo: En tu presencia. Oración, consciencia y meditación

Autor: Jesús Ángel Fernández Arrieta
Prólogo: Javier Melloni, SJ
Precio: 16,75 €
Nº de páginas: 240
Fecha de edición: junio 2024
Colección: “Espiritualidad”/ Cód. ES342
Materias: Oración contemplativa, Espiritualidad bíblica, Vida cristiana
ISBN: 978-84-277-3177-6

Breve comentario:

Espero, querido amigo de Espiritualidad Lasaliana, que las sesiones que encontrarás en mi libro «En tu presencia» te sean útiles para acercarte al Dios bondadoso y compasivo que da sentido a nuestras vidas.
El lenguaje que frecuentemente utilizamos para conectar con el Misterio adopta las formas más profundas y arraigadas en la espiritualidad de todos los tiempos: la oración oral, la emocional, la racional y la meditación. Tener una experiencia espiritual completa y enriquecedora implica conjugar todas estas formas de oración, preparando así el camino para la contemplación serena y silenciosa, que es la cumbre del encuentro más íntimo y profundo con Dios.

Esta es la dinámica de estas páginas: adentrarnos en el silencio meditativo para permitir que el Amor, que todo lo Es, actúe en nuestras vidas.
El libro nació cuando la Comunidad La Salle de Montemolín (Zaragoza) invitó a las personas del entorno a compartir la oración de la mañana. A orar se aprende orando, y por ello optamos por profundizar en la esencia de nuestra espiritualidad lasaliana, donde la Presencia de Dios ocupa un lugar central en la práctica meditativa. Esta experiencia se ha trasladado a otros entornos, como sesiones de Retiro, encuentros de oración y cursos de Mindfulness. Además, numerosas personas utilizan estos materiales de manera individual: jóvenes, enfermos, ancianos, entre otros.
En estas páginas, encontrarás un marco que te permitirá, a través del silencio meditativo, fomentar la consciencia, la compasión y tu compromiso con la vida.

Soy Hermano de La Salle, apasionado por la educación e incansable buscador en el camino espiritual.
Maestro, psicólogo, psicomotricista, terapeuta, experto en Mindfulness; me dedico a la práctica de estas disciplinas en diferentes contextos.
He compartido mis experiencias en diversas publicaciones. Imparto cursos de “Consciencia y Cuidado de la Salud Integral”, así como talleres de “Crecimiento Espiritual” y de “Oración Cristiana”.

Clicar aquí para ir a la oración «Sediento de ti».


Índice:

INTRODUCCIÓN

1. En tu silenciosa paz

2. Quiero escuchar tu voz

3. Despiértame a la Vida

4. Eres plenitud

5. Amor creativo

6. Todo cobra sentido

7. Aliento de vida

8. Tránsito por tu paz

9. Consciencia

10. Sediento de ti

11. ¡Gracias!

12. Solo Tú

13. Con mirada limpia

14. Fluir contigo

15. Melodiosa armonía

16. Sinfonía de amor

17. Aquí y ahora

18. Confío en ti

19. Desde tu silencio

20. En la tormenta

21. Mirada compasiva

22. Sin ti no soy nada

23. Mirada bondadosa

24. Serena ecuanimidad

25. Somos tu sueño

26. El que eres

27. Danos tu paz

28. Somos uno contigo

29. Estás aquí

30. Contigo soy todo

31. En tu quietud

32. Corazón compasivo

33. Portador de esperanza (Adviento)

34. En camino (Adviento)

35. Vivir y esperar (Adviento)

36. Una inmensa alegría (Adviento)

37. Irrumpe la Vida (Navidad)

38. Todo está en ti (Navidad)

39. No busquéis estrellas (Epifanía)

40. Tierno y compasivo (Cuaresma)

41. Tu voz se hace silencio (Cuaresma)

42. Desde la oscuridad (Cuaresma)

43. Agua viva (Cuaresma)

44. El camino a casa (Cuaresma)

45. Del vacío a la luz (Cuaresma)

46. Amor sin límites (Jueves Santo)

47. Vacuidad (Viernes Santo)

48. Regresar a la tierra (Sábado Santo)

49. Nos inunda tu Luz (Domingo Pascual)

50. Manantial de Vida (Pascua)

51. Busco tu rostro (Pascua)

52. Piedra angular (Pascua)

53. Compañero del camino (Pascua)

54. Bienaventurados (Pascua)

55. Maternidad (María, Madre de Jesús)


Sediento de ti

Descansar en el gran Amor que nos acoge, nos nutre y nos sostiene es una de las experiencias más maravillosas del ser humano. En ese Amor brota la seguridad y se desvanecen los miedos. En ese Amor nace la aceptación incondicional y cesan los juicios. En ese Amor surge la generosidad y germina la compasión: todo un antídoto contra el mal.

  • Invocación

Señor, Tú eres el amor que nos sostiene.

En tus brazos nos sentimos amados y seguros.

 

  • Silencio y Consciencia

Colócate en una postura recta, propia de la atención… Cierra los ojos y relaja todo tu cuerpo.
Permite que tu respiración sea cada vez más lenta y tranquila…
Evoca mentalmente tres personas a las que quieres profundamente… Dirígete a cada una de ellas, en estos términos: “Eres importante para mí y te quiero mucho”…
Date cuenta de que tú también eres importante para ellas y que el amor fluye en ambas direcciones. Escucha en tu interior cómo cada una de ellas te dice lo siguiente: “Eres importante para mí y te quiero mucho”.
Permanece durante unos segundos en este estado de calma.

 

  • Oración (Inspirada en el Salmo 83)

En tu presencia, todo cobra sentido.

Nos encanta darte gracias, Señor,
y hablar de la bondad de tu presencia.

Estar contigo es nuestra máxima aspiración
y ansiamos vivir siempre a tu lado.

Como un gorrión que se cobija en su nido,
como un polluelo bajo las alas de la golondrina,
así experimentamos nosotros tu presencia,
el cuidado y la protección que nos dispensas.

Cuando peregrinamos
por los áridos valles de la vida,
en ti encontramos el más fértil de los oasis.

Si caminamos sedientos y desesperados
como tierra que agoniza,
nos empapas con tu lluvia refrescante
y nos inundas de bendiciones.

Es más valioso permanecer en tu presencia
que empeñarse en vivir en la ignorancia
y en la maldad.

Porque Tú eres
como el sol que ilumina nuestras vidas,
como la fortaleza que nos proporciona
seguridad y valentía.

En tu presencia, todo cobra sentido.

 

  • Lectura de la Palabra (Lm 3, 20-24)

Esto recordaré en mi corazón y en ello pondré toda mi esperanza: que el amor de Yahveh no se acaba, ni se agota su ternura. Cada mañana se renuevan porque ¡grande es su lealtad! Lo mejor que me puede pasar es contar con Yahveh por eso pongo en Él toda mi confianza.

 

  • Meditación

Inspirar, y al espirar decir mentalmente: Tu amor llena mi vida.

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  • Gesto compasivo

Inclina la cabeza y coloca tus manos cruzadas sobre el pecho.
Toma conciencia de que en tu vida necesitas sentirte querido. Con la constatación de esta experiencia y con tu fe en el amor de Dios que te desborda, reitera tu compromiso de proyectar tu capacidad de amar a todo ser humano.
Piensa en aquellas personas que experimentan carencias afectivas, que se sienten solas o que no saben cómo expresar amor. Todas ellas merecen ser amadas y tratadas con compasión. Toma un momento para recordar a alguien cercano que podría necesitar sentirse querido y valorado.

 

  • Oración final

Padre bueno,
necesitamos saciar esa sed
que solo tu amor puede colmar;
esa sed que nos impulsa a buscarte
y encontrarte
en cada paso de nuestra vida.

En tu presencia nos sentimos protegidos
envueltos por tu amor,
resguardados a la sombra de tus alas.
En tu compañía nuestros días
florecen y dan fruto.

Eres el surtidor inagotable de dicha;
hoguera que alienta nuestras esperanzas.

Gracias por contagiarnos tu alegría.
Gracias por inundarnos
de amor y de vida.

Gracias porque podemos ser
un manantial de cariño,
de compasión y de esperanza
para nuestros semejantes.

 

 

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